Por la creencia de que las lechuzas son señal o aviso de la muerte, en zonas rurales del interior del estado de Yucatán (México) continúan los ataques contra dichas aves.
El 13 de mayo, habitantes de la zona de Subincancab, en el municipio de Timucuy, apedrearon y rociaron con agua bendita a una lechuza.
Horas más tarde, un grupo de jóvenes dio aviso a los rescatistas de la asociación Proyecto Santa María, los cuales recuperaron al animal aún con vida, pero que lamentablemente murió días después.
Semanas antes, el grupo ambientalista había informado que el ave necesitaba de cirugía, clavos, radiografías y una prótesis de pico para sobrevivir, pero la asociación no tenía los medios para hacer el tratamiento.
Proyecto Santa María es una organización, ubicada en Yucatán, que se dedica a la preservación del medio ambiente. Su enfoque principal es la conservación, reproducción y cuidado de aves en categoría de riesgo para reintegrarlas a la vida silvestre.
El 28 de mayo en su cuenta de Facebook, la agrupación ambientalista informó del caso de una lechuza de campanario, también conocida como lechuza blanca, que fue rescatada por un habitante de Bokobá, municipio ubicado al oriente del estado.
