MÁS DE 30 AÑOS DE CÁRCEL PARA SACERDOTE QUE VIOLO DURANTE 4 AÑOS A UN NIÑO.

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Este jueves la Fiscalía General dio a conocer una sentencia historia en contra del sacerdote Flavio Ibarra Pedroza, luego de que se acreditara su participación en los delitos de atentados al pudor, violación y corrupción de menores, por lo deberá de pasar 32 años 9 meses, tras las rejas.

Todo inicio el 8 de enero del año 2013, cuando el ahora sentenciado se encontraba como encargado de la parroquia María Nuestra Señora Madre y Reina de las Familias, ubicada en el fraccionamiento Haciendas de Aguascalientes, sitio donde conoció a la víctima, quien era monaguillo.




Aprovechando esta relación, lo comenzó a invitar a varios lugares, en primero de ellos a un cine ubicado en el Boulevard a Zacatecas, en el fraccionamiento Trojes de Alonso, lugar en el que le realizó tocamientos en las partes nobles del menor de edad, consumando así, la primera agresión en su contra.

Los ataques sexuales continuaron, desde el 2013 hasta el mes de julio del año 2017, donde el padre Flavio se reunía frecuentemente con el menor, a quien en diversas ocasiones y momentos agredió sexualmente.




Incluso en el periodo de enero del 2012 a septiembre del año 2017, el padre hizo que el entonces menor, ingiriera bebidas embriagantes en diversas ocasiones, destacando la temporada de la Feria Nacional de San Marcos, de igual manera lo hizo en su domicilio particular.

El menor se cansó de esta situación que decidió platicarle a sus padres lo ocurrido, quienes sin pensarlo interpusieron la denuncia en contra del religioso, que fue detenido a finales del 2018, siendo hasta hoy sentenciado.




El juez determino que pasara 4 años y 6 meses; por el delito de violación 20 años y 3 meses de prisión y respecto al delito de corrupción de menores 8 años, dando en total 32 años 9 meses, tras las rejas.
Aunado a esto determinó la reparación del daño, consistente en el pago de los gastos necesarios que se hayan erogado de las sesiones psicológicas o cualquier tratamiento, así como el pago del daño moral a favor de la víctima.