La Fiscalía General logro resolver el horrendo feminicidio de una mujer que fue descuartizada y posteriormente dejada en un tambo en la Colonia López Portillo, esto después de que detuvieran a la mujer que fue quien realizo el crimen, al descubrir que se mensajeaba con su novio.
Se había señalando que su ex pareja era principal sospechoso, ya que tuvo una relación sentimental con la víctima, de la cual había quedado embaraza, pero las investigaciones determinaron que el nada tuvo que ver.
El pasado domingo 24 de enero a las orillas del Rio de San Pedro se encontró un tambo, al momento de ser revisado encontraron a su interior el cuerpo de una mujer, a la que le faltaba la cabeza, los brazos y las piernas.
Debido a unas fotografías encontrados en el lugar, los llevaron a reventar un domicilio ubicado en la calle Valente Arteaga, que era señalado como un picadero, en la misma Barranca, donde se detuvo a tres sujetos.
Con el paso de las horas, las investigaciones se estableció que la víctima se llamó Estephanie Magdalena Silvestre de 27 años, que los detenidos, 2 de ellos, “EL Guicho” y “El Victor” estaban relacionados con el crimen, pero faltaba un tercer involucrado, señalando que era su ex pareja, quien era ya buscado por las autoridades.
Sin embargo sorpresivamente, las investigaciones determinaron que el responsable no era su pareja, sino que increíblemente era mujer que también se reunía en este lugar, es por eso que este martes se logró su captura, quedando resuelto el crimen.
Las primeras investigaciones revelaron que la mujer detenida, tenía una relación sentimental, con otro de los acusados, descubriendo en días pasados mensajes comprometedores en su celular con Estephanie Magdalena, de ahí que decidió matarla.
El jueves al estar en la casa del vicio, junto con su pareja la sometieron y posteriormente la descuartizaron, tirando parte de su cuerpo en un tambo y el resto de su cuerpo en una planta tratadora.
Por lo pronto los tres serán enviados al CERESO, acusados por el delito de feminicidio, siendo la primera vez que una mujer es acusada por este delito, que la llevaría una sentencia máxima de 70 años.