DESAPARECE LA MUÑECA ORIGINAL DE ANNABELLE; SOSPECHAN QUE LA ROBARON CON FINES DE RITOS SATÁNICOS

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Annabelle es una de las muñecas más terroríficas de todos los tiempos. Sobre ella se han hecho investigaciones y hasta películas.

Desde la madrugada de este día comenzó a circular el supuesto de que la muñeca se había escapado de su vitrina en la que por años lleva encerrada en el museo de los Warren en Connecticut.

En Twitter se volvió tenencia el nombre de Annabelle porque supuestamente se escapó del museo, hecho que hasta el momento no existe un testimonio oficial de la familia de los famosos investigadores paranormales Ed y Lorraine.




Diversos medios indican que habría sido robada del museo Warren con fines de ritos satánicos.

a muñeca de Anabell se volvió famosa luego la película de “El Conjuro” en donde el director James Wan la rediseñó para darle un aspecto más inquietante, pero su existencia e historia fue totalmente verídica.

Los pormenores de su caso, que le harían erizar los cabellos al más valeroso, fueron investigados por Ed y Lorraine Warren, la famosa pareja de demonólogos e investigadores paranormales que aparecen en la cinta luchando contra los espíritus malévolos de la casa.




Su historia

La historia de espanto de la muñeca Annabelle comenzó en 1970, cuando una madre compró en una tienda especializada una vieja muñeca de trapo, de la tradicional línea de productos infantiles conocidos como Raggedy Ann, para regalársela a su hija Donna, una joven de 20 años que estudiaba enfermería.

Lo primero que hizo la muchacha, que compartía un apartamento con una amiga llamada Angie, fue poner a la muñeca en su cama. Pero a los pocos días comenzaron a suceder cosas extrañas.

La muñeca, que siempre era dejada por su dueña en el dormitorio o en un sillón en una posición horizontal y con las piernas cruzadas, comenzó a aparecer misteriosamente en otras partes de la casa.




Aparecía en el comedor, en posición vertical o de pie, o bien arrodillada en la puerta de entrada, como si de repente hubiera comenzado a moverse por sí sola.

Para empeorar la situación, las dos moradoras del apartamento comenzaron a encontrar mensajes escritos en un papel de pergamino, con una letra de niño pequeño, que decían: “Ayúdanos” y “Ayuda a Lou” (Lou era el nombre del novio de Donna).